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Presentada la nueva norma UNE de conservación de instalaciones eléctricas de baja tensión

El texto, elaborado por UNE con la secretaría de AFME, llena un vacío normativo al definir requisitos generales, periodicidades y metodología para conservar instalaciones eléctricas de baja tensión de forma segura y eficiente.


Con el objetivo de reforzar la seguridad y profesionalización del mantenimiento eléctrico, la Asociación Española de Normalización (UNE) ha presentado oficialmente junto a AFME, el COGITI y representantes del Área de Seguridad Industrial de la Subdirección General de Calidad y Seguridad Industrial del Ministerio de Industria y Turismo, la norma UNE 202013:2024, que establece los requisitos generales para la conservación de instalaciones eléctricas de baja tensión mediante un plan de mantenimiento preventivo estructurado y adaptable a cada tipo de instalación.


Hasta ahora, el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT) de 2002 obligaba a conservar las instalaciones “en buen estado de funcionamiento”, pero no especificaba cómo debía hacerse ni con qué frecuencia. Esta nueva norma, impulsada por el Comité Técnico CTN-UNE 202, del que la Asociación de Fabricantes de Material Eléctrico (AFME) ejerce la secretaría, viene a llenar ese vacío con criterios técnicos homogéneos, claros y medibles.


Qué establece la UNE 202013

La norma establece los principios, objetivos y procedimientos que deben seguir los profesionales responsables del mantenimiento. Está orientada a ayudar a las empresas mantenedoras a implantar planes de mantenimiento preventivo personalizados, según el uso, el entorno y el tipo de instalación.


Los objetivos principales son: evitar accidentes e incidentes eléctricos, prevenir fallos técnicos y reducir reparaciones graves; prolongar la vida útil de las instalaciones y aumentar la seguridad y el confort de los usuarios.


Para ello, la UNE 202013 define qué debe contener el plan de mantenimiento (objetivos, actividades, evaluación de resultados y seguimiento), cómo deben gestionarse los registros y certificados, y detalla un ejemplo práctico de aplicación en un anexo, incluyendo incluso un modelo de certificado de mantenimiento.


La norma también remite a otras referencias clave como la UNE 202009 sobre verificación de instalaciones y la UNE 202012 IN, que orienta sobre la contratación del mantenimiento. Además, incorpora criterios de calidad basados en los estándares ISO.


Una de las aportaciones clave de la norma es su impulso a la trazabilidad documental y a la profesionalización del mantenimiento. El texto exige que las tareas estén claramente documentadas, se asignen responsables y se definan los elementos críticos de cada instalación.


Se espera que la norma sirva de referencia para futuras actualizaciones del REBT, especialmente si se incorpora la obligatoriedad de contratos de mantenimiento en ciertas tipologías de instalaciones. Además, facilitará la labor de mantenedores, auditores y empresas instaladoras al ofrecer una base técnica común y reconocida.


Por su enfoque sistemático y preventivo, la UNE 202013:2024 también contribuirá a una gestión más eficiente y sostenible de las instalaciones, reduciendo la necesidad de reemplazos prematuros, minimizando residuos y mejorando la seguridad eléctrica en entornos residenciales, industriales y terciarios.



Fuente: IFEMA MADRID



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