ADIME junto con otras 23 organizaciones continúan impulsando un Macroproyecto Tractor sobre la rehabilitación de las instalaciones en edificios ante las Administraciones Públicas. El Proyecto está dividido en once líneas de actuación, la número 6 es la relativa a la sustitución de sustitución de equipos antiguos de bajos rendimientos (calefacción, refrigeración y/o ACS), por otros con mejores prestaciones.
El objetivo de esta iniciativa es que, en la aplicación de los fondos europeos del Next Generation, haya una apuesta clara de la Administración por actuaciones de renovación en las instalaciones técnicas de los edificios.
Estas actuaciones servirán para la transición energética del parque de edificios existente, impulsando la eficiencia energética, la digitalización, las energías renovables y el despliegue de las infraestructuras de recarga del vehículo eléctrico y, en definitiva, contribuirán a tener un país más sostenible.
La cadena de valor del sector del material eléctrico participa y representa un colectivo significativo de empresas especializadas, en el que las empresas distribuidoras de material eléctrico son generadoras de valor en la prescripción de proyectos entre fabricantes e instaladores, además de dinamizadores del canal profesional.
En esta línea buscamos difundir los beneficios que tiene la sustitución de equipos antiguos y con bajos rendimientos energéticos, por otros más eficientes que utilicen energía procedente de fuentes renovables, y con refrigerantes con bajo Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA) y respetuosos con el medio ambiente.
En este sentido los equipos de climatización han experimentado un avance muy importante que los hace cada vez más eficientes. Este es también el caso de los equipos Bomba de Calor, que es una tecnología madura y con un alto rendimiento energético que aprovecha los recursos gratuitos de la naturaleza, contribuyendo significativamente al cuidado del medio ambiente.
Estos equipos, unidos a sofisticados sistemas de regulación y control, de tratamiento y distribución de aire, de ventilación etc., contribuyen a que la renovación de las instalaciones de climatización de los edificios, mejore la calificación energética de los mismos, redundando en el ahorro energético, económico, y ayudando a conseguir espacios saludables y confortables.
La inversión en las instalaciones de los edificios aporta un estímulo muy necesario al sector de la rehabilitación energética y a la macroeconomía. Las obras de renovación energética requieren mucha mano de obra local (no des-localizable), crean empleo e inversiones vinculadas a cadenas de suministro a menudo locales, generan demanda de equipos altamente eficientes desde el punto de vista energético, aumentan la resiliencia frente al cambio climático, aportan valor a largo plazo a las propiedades y mejoran las condiciones de vida de los ciudadanos.
Los distribuidores de material eléctrico, con su capilaridad en el conjunto del país, son agentes profesionalizados que proporcionan la necesaria capacidad logística y técnica para poner a disposición del mercado estas oportunidades de ahorro para los hogares.
ADIME junto con otras 23 organizaciones, proponen a través de esta línea de actuación, la sustitución de Bombas de Calor de bajos rendimientos por otras de mejores prestaciones, favorecer el ahorro económico y energético a la vez que fomentar la elección de opciones que mejoran la calidad del aire y la salud del planeta.
ADIME continúa trabajando en pro del sector para conseguir ayudar a que los programas que se pongan en marcha contribuyan a utilizar la totalidad de los fondos Next Generation destinados en este sentido, a que contribuyan a la transición energética de la sociedad y específicamente en la rehabilitación energética del parque de edificios existente.
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