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La colaboración entre fabricantes, distribuidores e instaladores es esencial para afrontar los grandes desafíos del sector

ADIME destacó en el VII Encuentro su papel en fortalecer toda la cadena de valor del material eléctrico, especialmente frente a desafíos globales como la digitalización y la sostenibilidad.


¿Cómo evalúa esta estrategia para el sector?

Esta iniciativa y función estratégica de ADIME de fortalecer la cadena de valor de material eléctrico se valora muy positivamente.

Aunque siempre ha existido esta estrategia, en los últimos años se han multiplicado los esfuerzos entre asociaciones clave como ADIME, FENIE, AFME o ANFALUM.

En un mundo que cambia a velocidades exponenciales, más global que nunca, y de incertidumbre continua, la colaboración entre fabricantes, distribuidores e instaladores debe de estar perfectamente engrasada desde la individualidad de cada una de las empresas hasta la globalidad con las asociaciones que los representan.

Hay mucho recorrido a la hora de implementar medidas efectivas en el sector, y aunque no es fácil, estoy convencido de que lo vamos a conseguir porque somos un sector estratégico “silencioso” que subyace en la base de la electrificación de la sociedad.

Sin nuestros fabricantes, almacenes e instaladores entre otros muchos componentes del sector, no se podría generar, distribuir y transformar la energía que es la base del desarrollo tecnológico y el cuidado del planeta.


En un mercado marcado por la volatilidad y la competencia, ¿qué iniciativas considera más exitosas en el B2B y qué ejemplos podrían inspirar a otros actores del sector?

La situación de incertidumbre prolongada ha llevado al sector de la iluminación a apoyarse en la madurez de la tecnología LED para ofrecer soluciones especializadas y de valor añadido.

En LEDVANCE hemos minimizado esta incertidumbre con una estrategia basada en la escucha activa al mercado, el desarrollo de tecnología cada vez más eficiente y sostenible, y una mejora continua en la logística y el servicio.

Nuestra estrategia comercial se apoya en tres pilares clave:

el lanzamiento constante de soluciones innovadoras tanto para el canal profesional como residencial, lo que nos ha permitido pasar de 200 a más de 4.000 referencias en nueve años;

la inversión en la construcción de una marca sólida que aporte confianza tanto al cliente como al usuario final;

y el trabajo de nuestros equipos comerciales en todo el territorio nacional, que garantiza un servicio cercano y homogéneo en cualquier ubicación.

La falta de profesionales jóvenes y talentosos sigue siendo un reto. Desde su experiencia, ¿qué estrategias podrían implementarse para hacer el sector más atractivo y retener talento?

La captación y retención de talento es uno de los principales desafíos en cualquier sector, y en particular en el sector eléctrico y de iluminación, especialmente en un contexto de transformación digital, transición energética y escasez de demanda y atractivo profesional.

La especialización y cualificación de perfiles técnicos y comerciales, cada vez más demandada en nuestro sector, requiere de un enfoque integral por parte de fabricantes, distribuidores e instaladores.

Como fabricantes, debemos apostar por la formación continua y la colaboración con centros educativos y universidades, promoviendo programas de especialización y capacitación técnica.

Asimismo, la digitalización de procesos productivos y la integración de tecnologías innovadoras, como la inteligencia artificial y el IoT en iluminación, pueden atraer a una nueva generación de profesionales con un enfoque más tecnológico e interdisciplinario.

Para hacer el sector más atractivo, es clave fortalecer su visibilidad y valor estratégico dentro de la sociedad.

Debemos comunicar mejor el impacto de nuestras soluciones en la sostenibilidad, la eficiencia energética y la calidad de vida, destacando el papel clave de la iluminación en la construcción de ciudades inteligentes y en la optimización del consumo energético.

Además, mejorar las condiciones laborales, fomentar la diversidad y apostar por entornos de trabajo flexibles y motivadores contribuirá a fidelizar talento.


Su empresa es sinónimo de innovación y calidad. ¿Cuáles son los principales retos que visualiza para los fabricantes en el corto y mediano plazo, considerando las macrotendencias globales?

Como en años anteriores, el principal desafío lo tenemos en afrontar la compleja y cambiante situación mundial actual. No sólo fabricantes, sino toda la cadena de valor. Al final del día, la incertidumbre política global, los conflictos geopolíticos que afectan a la logística internacional y los aspectos macroeconómicos como la inflación o los tipos de interés, nos dejan con poco margen de maniobra.

A pesar de ello, debemos anticiparnos a posibles movimientos para mitigar e incluso aprovechar las circunstancias adversas. En ese sentido y especialmente en el área logística y de servicio especializado que aporta valor al sector, el entendimiento de fabricantes y distribuidores va a ser crucial.

La previsión y entorno de los fabricantes del sector eléctrico (AFME) es prudentemente positivo teniendo en cuenta que estamos en el centro de todas las grandes tendencias macroeconómicas, y especialmente somos clave para la electrificación, seguridad y sostenibilidad mundial. Aportando algunos datos concretos, el 2024 se cerró con un crecimiento del 2,13 % con una recuperación en la segunda parte del año, y para este 2025 se espera con prudencia continuar con un crecimiento medio del +4 %.

En relación con el sector específico de la iluminación, no ha habido cambios relevantes en comparación a años anteriores. Las cifras publicadas por ANFALUM para el 2024, con una caída del mercado nacional del −11,13 %, desafortunadamente confirman que la Iluminación sigue siendo una de las categorías eléctricas más castigadas. Sin embargo, en 2025 se espera un cambio de tendencia gracias a factores dinamizadores como las nuevas ayudas del IDAE para la eficiencia en Alumbrado Público (150 M €) o los CAE’s.


La relación con los distribuidores es un pilar clave para su marca. En este contexto de transformación, ¿cómo cree que debería evolucionar esta colaboración para maximizar el valor conjunto?

En el caso de la distribución, es una evidencia que el mercado tiende a concentrarse todavía más, con actores que ganarán importancia gracias a economías de escala y una mejor capacidad de dar servicio al mercado.

Asimismo, sin renunciar a las soluciones generalistas profesionales, la especialización jugará un papel clave, por lo que aquellos distribuidores que ofrezcan un servicio de valor añadido con asesoramiento técnico y soluciones personalizadas tendrán una ventaja competitiva.

Para llevar esto a término, creemos que la integración entre la presencia en puntos de venta, el desarrollo de un e-commerce fuerte y sus sinergias con los marketplaces permitirá optimizar la experiencia de compra y obtener un mayor alcance.

Siguiendo una estrategia de omnicanalidad aparecen nuevos actores que provienen de otros tipos de negocios o sectores y las plataformas digitales, que intentan hacerse un hueco en el sector de distribución profesional. También debemos tener en cuenta la actividad de aquellos fabricantes que venden directamente al profesional, que sin duda están redefiniendo la distribución, forzando a los mayoristas tradicionales a innovar en servicio, logística y financiación.

Como miembro de la Junta Directiva de AFME, ¿cuáles considera que son los principales retos que enfrenta el sector del material eléctrico en España en los próximos años?

En los distintos foros y comisiones mixtas AFME – ADIME hemos identificado varios retos clave que marcarán el futuro del sector del material eléctrico en España.

El primero es la necesidad de adaptación a nuevos modelos de negocio, donde la especialización será determinante para avanzar. Unido a esto, la inversión en digitalización y el uso de herramientas tecnológicas como CRM o inteligencia artificial resultan imprescindibles para mejorar la eficiencia y la experiencia del cliente.

Otro desafío importante es la escasez de profesionales cualificados. Debemos fomentar la formación desde etapas tempranas —como la FP— y apostar por el desarrollo y fidelización del talento interno.

Además, en un entorno cada vez más competitivo, el sector debe dejar de competir solo por precio y enfocarse en aportar mayor valor añadido a través de productos y servicios especializados.

También es crucial redefinir los modelos de distribución. El e-commerce debe complementarse con soluciones integrales adaptadas a distintos perfiles de cliente. En paralelo, urge reforzar la colaboración sectorial para ganar representatividad, atraer inversiones y lograr un marco normativo favorable.

Por último, necesitamos un cambio cultural que permita atraer nuevas generaciones, conciliando la experiencia del perfil tradicional con las nuevas formas de trabajo y expectativas laborales.


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