Noticias

Escasez de materias primas, problemas de logística o inflación al alza dibujan un escenario preocupante según FACEL

Si sumamos a la escasez e incrementos del coste de las materias primas utilizadas en  los procesos productivos, la escalada inflacionista de los costes de la energía, que ha  incrementado el diferencial no tan sólo con países fuera de la UE sino contra países  de nuestro entorno como Francia o Portugal, con el consecuente impacto en la  competitividad de la industria española, además de los problemas de logística  mundiales, con un serio encarecimiento del transporte de mercancías, precio de la  madera y de la inflación de los salarios, el escenario resultante es muy preocupante  para el tejido industrial que estaba empezando a recuperar su músculo después de  la situación de pandemia. “Puede acabar afectando gravemente a la recuperación de  nuestro sector”, aseguran desde FACEL, que temen tanto el impacto de todo ello en  la competitividad de las empresas como una nueva ralentización del mercado. 

En el seno de esta Asociación lleva tiempo latiendo una preocupación constante por  la “inflación galopante sostenida” derivada de la tendencia alcista que experimentan  desde hace tiempo los costes de los metales conductores, otras materias primas y, en  las últimas semanas, la energía eléctrica. Una situación que lleva prolongándose todo  el año, pero que en agosto y septiembre ha empeorado más si cabe. 

Erosión del mercado  

FACEL, como Asociación Española de Fabricantes de cables y conductores eléctricos  aislados y de fibra óptica volcada en la defensa de sus asociados, se hace eco de la  preocupación derivada de la crisis de materias primas que lleva erosionando el  mercado desde el segundo semestre de 2020, “marcada por la escasez y las  presiones en la oferta y agravada por los incrementos de los costes energéticos” que  repercuten tanto en la industria como en los particulares.  

Son conscientes de que este nuevo paradigma mundial Post-Covid, en el que se  constata que “una rigidez de la oferta de materias primas combinado con un auge  sostenido de la demanda” está impactando en los precios, sometidos a continuos  incrementos que, lejos de remitir, se han acentuado desde principios del 2021. 

La consecuencia directa es que los materiales estratégicos utilizados en los procesos  productivos de cables y sus elementos de conexión están experimentando un  “incremento significativo y sostenido de sus costes”, subrayan desde la Asociación, 

que remite a unos gráficos procedentes de fuentes internacionales reconocidas, como  el LME (London Metal Exchange), Agoria o Reuters (algunos de los cuales  reproducimos aquí, el resto consultar en FACEL). 

Analizando el comportamiento de las materias primas de forma individualizada, la  entidad sitúa en un primer apartado al Cobre y al Aluminio, recordando que a 18 de  octubre de 2021, la cotización del primero estaba en 10.500 US$, lo que supone un  fuerte incremento del 109% desde finales de marzo 2020. El aluminio mantiene un  comportamiento similar, ya que su cotización se ha incrementado cerca del 107%,  “no descartándose ulteriores incrementos en los próximos meses”, advierte FACEL,  quien fija la atención en “la inclusión del gráfico añadido de la prima de  transformación del Lingote de Aluminio que actualmente, experimenta una tendencia  alcista muy elevada, superior en un 300% a 10 de septiembre de 2021 a su valor  medio del 2020”. 


Comportamiento de los materiales plásticos 

Los materiales plásticos, por su parte, han desvinculado su coste de la evolución de  la cotización del petróleo, experimentado no sólo problemas de aprovisionamiento  sino de incrementos similares a los de los metales. Así, el PVC se ha incrementado  en casi un 72% y el Polietileno en un 79%. Adicionalmente, el aumento de precios  que actualmente está experimentando el petróleo añadirá una ulterior presión  inflacionista al coste de estas materias primas estratégicas para la producción de  estos productos. 

Además, señalan desde la Asociación que, en un contexto de fuerte demanda, las  tensiones de disponibilidad de PVC continúan existiendo a nivel europeo. “Los  inventarios son débiles, ya que la demanda de diciembre 2020 fue más fuerte de lo 

esperado”, explica la Asociación en un comunicado, remitiendo a los gráficos  procedentes de Agoria.be. 

El tsunami energético 

“El último invitado a esta espiral inflacionista ha sido la energía eléctrica”, citan en  FACEL, con unos incrementos que se suceden día a día, multiplicando su coste por  seis durante los últimos diez meses, lo que causa preocupación no solo entre los  particulares sino en todo el tejido industrial. 


En el caso este sector, “el aumento del coste de la electricidad impacta de modo muy  relevante, no sólo en los costes productivos, sino también en el de transformación de  los metales conductores donde la energía eléctrica se utiliza de modo intensivo en la  producción del alambrón de cobre y aluminio”, concretan. 

No hay que olvidar que el incremento del coste energético en España a principios de  octubre ha supuesto un aumento de cerca del 600% del precio medio del MWh de  finales del 2020, tal como se puede observar en el siguiente gráfico cuya fuente es  Epdata. 

La otra pata de ese tsunami energético, en cuanto a subidas desproporcionadas de  los costes, está en el gas que ha registrado incrementos, desde comienzos de 2021,  por encima del 440%, lo que le convierte en un elemento relevante en la evolución  de los costes energéticos de nuestras empresas tal como se desprende del análisis  del gráfico anexo cuya fuente es Epdata.


Asimismo, en FACEL contemplan que “el aumento generalizado de costes que  estamos viviendo se traducirá en un incremento de los costes salariales durante el  próximo año”, lo que a su juicio conducirá a “retroalimentar el actual proceso  inflacionista del cuál nuestro sector no puede abstraerse”. 

Fuente: FACEL 

Comentarios


Para comentar, por favor inicia sesión o crea una cuenta
Modificar cookies