El sector eléctrico, básico y fundamental para cubrir las necesidades de la sociedad actual, continúa funcionando en un mundo caracterizado por la cada vez mayor volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Pase lo que pase, el mundo necesitará estar conectado a la energía eléctrica
Sector eléctrico: un compromiso como industria que satisface necesidades básicas
Dentro de todo lo que se produce desde la industria eléctrica, fabricamos multitud de equipos eléctricos en cuyas fases de producción intervienen muchos procesos. Dentro de todo este abanico de aparatos eléctricos que se desarrollan en muchos campos —como aplicaciones audiovisuales, de calefacción, de cocina o de refrigeración— y cuyo número de productos aumenta de manera constante, la disponibilidad y accesibilidad de las materias primas ha tenido un efecto importante en el desarrollo del ecosistema industrial.
Operando en una economía global que presenta muchas situaciones complicadas, la industria eléctrica siempre ha seguido adelante. El papel de los productores, distribuidores y facilitadores de bienes necesarios de toda clase de aparatos eléctricos y electrónicos se ha demostrado a lo largo del tiempo algo fundamental en un mundo globalizado que, gracias a la energía eléctrica, ha sido capaz en todo momento de mantener tanto los hogares como compañías de toda índole a lo largo de todo el mundo.
El sector eléctrico, básico y fundamental para cubrir las necesidades de la sociedad actual, continúa funcionando en un mundo caracterizado por la cada vez mayor volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Pase lo que pase, el mundo necesitará estar conectado a la energía eléctrica y, frente a esa necesidad, se encontrará siempre un sector comprometido que, además, consciente de la importancia de hacer sostenible su actividad, trabaja cada día para completar la implementación de un modelo de Economía Circular en su proceso productivo.
El compromiso del sector eléctrico con la sociedad
La Economía Circular, además de establecer un modelo en el que se genera la menor cantidad de residuo posible y por el que se ahorra la compra y/o extracción de materias primas, consigue un objetivo que va más allá de las cifras: el conjunto de la sociedad se beneficia de un ecosistema mucho menos contaminado y de hacer funcionar un modelo de consumo por el que se puede hacer sostenible el ritmo y las necesidades que seguimos día a día.
En lo que respecta a los residuos de aparatos electrónicos y eléctricos, el propio gobierno es consciente de esta situación y ya estableció una normativa: con el Real Decreto 110/2015, se especificó que “el alto contenido en materiales valiosos y de sustancias peligrosas de estos residuos son los que determinan su peculiaridad y hace necesario mejorar el comportamiento medioambiental de todos los agentes clave que intervienen en el ciclo de vida de los AEE [aparatos electrónicos y eléctricos], los consumidores, los distribuidores y, en particular, los agentes directamente implicados en la recogida y tratamiento de los RAEE [residuos de AEE]“.
Paralelamente, este Real Decreto mantiene el principio de la responsabilidad ampliada del productor, de manera que el productor del aparato eléctrico y electrónico tiene la obligación de asumir la financiación de la correcta gestión ambiental de los residuos que generen sus aparatos comercializados. Para ello, los productores establecerán sistemas para recoger y gestionar los residuos procedentes de sus aparatos y financiarán la gestión ambiental de sus productos cuando se conviertan en residuos.
La importancia de llevar a cabo una estrategia de consumo basada en la Economía Circular ya no solo abarca a la industria: su magnitud llega hasta los consumidores y hasta las instituciones.
¿Qué aporta este modelo circular además de evitar el residuo?
Un sector unido, un futuro garantizado
Consolidados como un sector fuerte, unido y próspero, continuamos estableciendo lazos entre nosotros para seguir potenciando los valores de Excelencia, Responsabilidad e Innovación. Para conseguir los más altos niveles en cada uno de estos campos, debemos trabajar juntos y compartir una perspectiva de futuro. Seguir creciendo puede ser perfectamente compatible con la responsabilidad empresarial y en la Economía Circular encontramos la respuesta. Pero, para hacerla realidad, todos debemos trabajar juntos en cada uno de los procesos que la componen. Industria, distribuidores, consumidores y SCRAPs debemos de coordinarnos de manera que ese ciclo de vida del producto pueda cerrarse por completo.
Poniendo el ejemplo de AMBILAMP–AMBIAFME y ADIME para mostrar los beneficios del trabajo conjunto, recientemente ambas entidades firmamos un acuerdo por el que el que las empresas distribuidoras representadas por ADIME podrán hacer uso de la plataforma AMBIPLACE, el marketplace social de AMBILAMP, dando un fin más sostenible a sus excedentes de stock mediante la puesta en contacto de productores/distribuidores con ONG y entidades formativas para que estas últimas puedan acceder a todos los productos excedentes de aparatos electrónicos y eléctricos en desuso y que, de esta manera, pueden tener una vida más útil, evitando además la generación de residuos.
Material eléctrico: los desafíos para lograr un modelo de producción sostenible
Los retos en los que desde AMBILAMP-AMBIAFME trabajamos en estos momentos son los de seguir manteniendo nuestro ritmo de trabajo y nuestro volumen de recogida en todos nuestros canales de negocio, seguir aumentando las cifras de resultados año tras año y seguir ampliando tanto la concienciación sobre el reciclaje de los residuos de material eléctrico como la visibilidad de nuestra actividad. Paralelamente, trabajamos de forma constante para innovar y hacer cada vez más eficaz y cada vez más eficiente nuestro modelo de recogida y de gestión de estos residuos, cuyos materiales, de fábrica, están unidos de tal manera que el proceso de separación de los mismos es muy complejo. El principal motor de AMBILAMP-AMBIAFME y lo que nos lleva a trabajar conjuntamente con ADIME es el compromiso de mejorar constantemente las maneras en las que concienciar sobre el correcto emplazamiento de estos residuos y los motivos para hacerlo, visibilizar los beneficios que supone el acto del reciclaje y seguir mejorando y ampliando tanto nuestra red como nuestro modelo de gestión de todos los materiales que recuperamos, desde que se depositan en el contenedor hasta que retornan al proceso de producción.
Continuaremos invirtiendo todos nuestros esfuerzos para servir como un gran instrumento de unión de todas aquellas corporaciones que forman parte de la industria eléctrica española y hacer crecer el número de productores que ceden sus obligaciones sobre reciclaje de material eléctrico gracias a la lograda confianza en nuestro eficaz y eficiente modelo de recogida y gestión de residuos.
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